Los orígenes de este perro de muestra son relativamente recientes como resultado del trabajo de algunos criadores alemanes que, al comienzo del siglo XX, quisieron crear una raza de caza de un tipo no especializado capaz de trabajar en cualquier terreno y en condiciones de soportar perfectamente fatigas, cuyo tamaño no fuera demasiado grande. Entonces, utilizando tanto el Braco alemán como el Grifón e incluso el Airedale se creó el Drahthaar que, una vez fijado, es criado con estrictas normas de selección para mantener inalterables sus características, que deben ser muy similares las del tipo del Braco. Una vez fijados el tipo y la constitución, se cuida con particular atención las características particulares, siendo el resultado ciertamente positivo. La prueba de ello se halla en el hecho de que este perro se difundió rápidamente por toda Alemania, compitiendo casi de igual a igual con el ya conocido y afirmado Braco alemán o Kurzhaar. A caballo entre las dos guerras mundiales eran ya numerosos los cazadores alemanes que utilizaban a este perro que ya ha terminado por llamar la atención en otros países europeos como Francia, Austria, Italia y España. Hoy esta raza está muy difundida en Europa y América del Norte, donde se aprecia por sus dotes de cazador fuerte y robusto y su carácter firme y decidido que lo convierten en un auxiliar ideal para la caza.